Ontología I y II

Semestre 2015-1 y 2015-2

 

Presentación

Desde los albores del siglo XX, con Heidegger, la filosofía aprendió a sospechar que la pregunta por el ser no puede ser dilucidada si no se investiga también la estructura del ente que realiza la pregunta misma. Esta precisión –que en Heidegger es metodológica–, junto con todo el pensamiento heideggeriano, ha tenido distintas desembocaduras en la filosofía contemporánea, sin embargo, lo que aquí queremos resaltar que, a partir de entonces, la filosofía ha asumido de diversas maneras que la pregunta por el ser –fenomenológica, hermenéutica, ontológica y genealógicamente– no puede prescindir ni ir separada de la pregunta por el ente que en cada caso somos nosotros mismos.

A partir de esta precisión –heredera en varios sentidos de filosofías como las de Kant, Hegel y Nietzsche­– la filosofía ha comprendido y asumido que el ser es un concepto que aparece siempre atravesado por la forma del ente que interroga por él, es decir, que el ser se muestra y se oculta de diversas maneras en un ahí determinado y sometido a la temporalidad; en este sentido, una buena parte de la filosofía parece haber aprendido que la pregunta por el ser se ha desarrollado contingente e históricamente, es decir, bajo ciertas circunstancias, presupuestos e intenciones, y que por ello ha dado a luz, en cada caso, resultados diferentes –y pensadores como Foucault, Deleuze o Ricœur dan testimonio contundente de ello.

Sin embargo, que el pensamiento sobre el ser no haya sido el mismo a lo largo de la historia no es algo que vaya en detrimento de la ontología misma, sino, por el contrario, es uno de los insumos que nos permite advertir que, en su génesis y en sus distintos desarrollos, dicho pensamiento ha definido en buena medida las comprensiones que se han tenido del mundo, de la vida y de nosotros mismos; y, con ello, ha influido también en la generación de sentido en los distintos ámbitos de la cultura a lo largo de la historia. De ahí su radical importancia, pues la creación o comprensión de dicho concepto no se ha hecho ex nihilo, sino que sus distintas emergencias a lo largo de la historia han estado siempre enmarcadas por contextos culturales y conceptuales muy específicos, en los que también ha incidido, transformándolos.

Asumiendo, pues, que el ser no es nunca un término neutro, universal, ni apodíctico –allende las pretensiones de cada filosofía–, sino que es un concepto contingente, histórico, cargado siempre de sentidos específicos, y dependiente de muchas otras instancias, y asumiendo simultáneamente que la pregunta por el ser implica preguntar por el ser del ser humano, en este curso intentaremos abordar la pregunta por el ser desde aquello que según nuestro punto de vista intersecta a ambas instancias: la vida o la existencia. En este sentido, pretendemos abordar la pregunta por el ser histórica, temática y problemáticamente, a partir de la relación que guarda y ha guardado esta pregunta con el ente que somos en cada caso nosotros mismos; se trata, pues, de examinar críticamente la ontología tomando como hilo conductor la relación entre ontología, ser humano y vida, es decir,  entre el ser, la existencia y la vida. Esto, claro, sin pretender llevar a cabo una imposible historia exhaustiva de la ontología, sino más bien seleccionando –a modo de escenarios– algunos momentos en esa historia en los que las relaciones entre el ser y la vida se tensaron de tal modo que generaron giros decisivos en la comprensión de nuestro propio ser.

En esta primera parte del curso (el primero de dos semestres) examinaremos tres escenarios que resultan de suma relevancia en la historia de la pregunta por el ser. En primer lugar, examinaremos algunos momentos de la poesía griega para establecer cómo lo humano y lo divino se conjugaban en una experiencia vital que, bajo una específica comprensión de lo que es, determinaba órdenes éticos, políticos, estéticos y de conocimiento. En segundo lugar, trataremos de mostrar cómo las circunstancias políticas de los siglos VI y V a.C. propiciaron una serie de cambios en el sentimiento vital de las ciudades griegas, y con ello propiciaron un cambio en el discurso sobre lo divino y los distintos órdenes humanos; posibilitando con ello la emergencia del discurso filosófico y sofístico, así como –propiamente dicho– la pregunta por el ser. A partir de los momentos anteriores podremos abordar con una especificidad centrada en lo ontológico y lo vital las filosofías de Platón y Aristóteles, para quienes –herederos de problemas políticos y culturales de no poca monta generados por la sofística– la ontología se constituyó como uno de los ejes principales para la construcción de órdenes civiles (éticos y políticos) sustentados en una cierta comprensión del ser, la verdad y la existencia.

Como se ve, la propuesta de lectura de estos momentos de la historia de la filosofía consiste en asumir la ontología como una parte del discurso filosófico que de ninguna manera está separado de una política, una ética, una estética y, en suma, una experiencia específica de la vida.

 

Temario

  1. De Homero a Eurípides: la teofanía como experiencia del ser
  2. Parménides y la emergencia del ser
  3. Filósofos y sofistas: ontología y política.
  4. Platón: la unidad del ser.
  5. Aristóteles: polisemia ontológica.

 

Bibliografía 

Homero, Ilíada, Madrid, Gredos, 2000, cantos I, XX y XXI.

Homero, Odisea, Madrid, Gredos, 2000, canto VIII, 266 y ss.

Hesíodo, Teogonía, Madrid, Gredos, 2000, v1-210, v454-615.

Hesíodo, Trabajos y días, Madrid, Gredos, v1-200, v285-365.

Eduardo Nicol, “La relación con lo divino”, “Hacia la filosofía”, en La idea del hombre, México, F.C.E., 1998.

Karl F. Otto, Teofanía, Madrid, Sexto piso, 2007.

Esquilo, “Agamenón”, en Tragedias, Madrid, Gredos, 2000.

Esquilo, “Las Coéforas”, en Tragedias, Madrid, Gredos, 2000.

Esquilo, “Las Euménides”, en Tragedias, Madrid, Gredos, 2000.

Sófocles, “Antígona”, en Tragedias, Madrid, Gredos, 2000.

Eurípides, “Bacantes”,  en Tragedias, vol. 3, Madrid, Gredos, 2000.

Eurípides, “Hipólito, en Tragedias, vol. 1, Madrid, Gredos, 2000.

Eurípides, “Medea”,en Tragedias, vol. 1,  Madrid, Gredos, 2000.

Giorgio Colli, El nacimiento de la filosofía, Barcelona, Tusquets, 2005.

Friedrich Nietzsche, “§1-8”, en El nacimiento de la tragedia, Madrid, Alianza, 2000.

Parménides, “El poema de Parménides”, en Los filósofos presocráticos, vol. 1, Madrid, Gredos, 2000.

Diógenes Laercio, “Protágoras”, en Vidas de los filósofos más ilustres, México, Porrúa, 2003.

Filostrato, “Protágoras de Abdera”, “Gorgias de Leontini”, en Vidas de los sofistas, México, Porrúa, 2003.

“Protágoras”, “Gorgias”, en Sofistas. Testimonios y fragmentos, Madrid, Gredos, 2003.

Platón, “Apología de Sócrates”, en Diálogos, vol. I, Madrid, Gredos, 2000.

Platón, “Gorgias”, en Diálogos, vol. II, Madrid, Gredos, 2000.

Platón, “Fedón”, en Diálogos, vol. III, Madrid, Gredos, 2000.

Platón, “República”, libros VII y X, en Diálogos, vol. IV, Madrid, Gredos, 2000.

Platón, “Banquete”, en Diálogos, vol. III, Madrid, Gredos, 2000.

Platón, “Fedro”, en Diálogos, vol. III, Madrid, Gredos, 2000.

Platón, “Parménides”, en Diálogos, vol. V, Madrid, Gredos, 2000.

Aristóteles, Ética, libros I y II, Madrid, Gredos, 2000.

Aristóteles, Política, libros I y II, Madrid, Gredos, 2000.

Aristóteles, Metafísica, libros VII, VIII y IX, Madrid, Gredos, 2008.

Aristóteles, Física, libro II, México, UNAM, 2000.

Aristóteles, Acerca del alma, libro III, Madrid, Gredos, 2000.

Aristóteles,  Retórica, libro I, Madrid, Gredos, 2000.

Aristóteles, Poética, Madrid, Gredos, 2000.

 

Segundo semestre

En la segunda parte del curso, como en la primera, el hilo conductor del curso será la relación entre ser, existencia y vida; asumiremos, al igual que en el semestre anterior, que la pregunta por el ser se ha desarrollado contingente e históricamente, es decir, bajo ciertas circunstancias, presupuestos e intenciones, en cada serahí y la historicidad que le es propia; asimismo, asumiremos la ontología como una parte del discurso filosófico que de ninguna manera está separada de una política, una ética, una estética y, en suma, una experiencia específica de la vida.

En este sentido, el primer escenario que abordaremos en este semestre –de la mano de Kant y Descartes– será el escenario de la modernidad como época en la que se construyó una cierta concepción del ser y del ser del ser humano en la que los márgenes de la humana experiencia fueron determinados –con distintos matices– por la libertad, una conciencia autofundada, un tipo específico de racionalidad y la autonomía de la voluntad. Asumiendo que aún somos herederos de algunas de las más pálidas luces de la modernidad, y que por ello seguimos siendo custodios de algunos de sus más profundos peligros, los escenarios que transitaremos a continuación serán los pensamientos de Spinoza, Nietzsche y Deleuze, y serán estructurados y articulados como una lectura crítica y una estrategia de resistencia a esa forma de experiencia generada en la modernidad. En los tres pensadores podremos observar distintas –y a veces muy similares– formas de introducir en la reflexión filosófica –desde la ontología– temas como el cuerpo, los afectos, las pasiones, el tiempo, etc., con el fin de convulsionar la existencia y hacerle frente a la pobreza de la experiencia generada en la modernidad.

 

Temario

  1. Descartes: ego cogito, ego sum.
  2. Kant: la razón como límite y legalidad.
  3. Spinoza: afectos y afecciones.
  4. Nietzsche: ser, devenir, ficción y perspectiva.
  5. Deleuze: devenir imperceptible.

 

Bibliografía

René Descartes, Meditaciones metafísicas, Madrid, Tecnos, 2000.

René Descartes, Las pasiones del alma, Madrid, Biblioteca Nueva, 1998.

Immanuel Kant, Crítica de la razón pura, México, FCE, UNAM, UAM, 2010.

Immanuel Kant, Crítica de la razón práctica, México, FCE, UNAM, UAM, 2010.

Immanuel Kant, El conflicto de las facultades, Buenos Aires, Losada, 2004.

Immanuel Kant, Antropología en sentido pragmático, Madrid, Alianza, 2002.

Baruch Spinoza,  Ética demostrada según el orden geométrico, Madrid, Tecnos, 2007.

Baruch Spinoza, Tratado político, Madrid, Tecnos, 1996.

Baruch Spinoza, Las cartas del mal, Buenos Aires, Caja negra, 2007.

 

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