Todavía hoy se habla de “cultura” asumiendo que ésta es el resultado de un tipo específico de actividad humana; como si no todas las acciones humanas generaran cultura o fueran parte de un proceso de formación cultural. Por lo mismo, no es común encontrar análisis ni críticas sobre la cultura de las sociedades que nos la muestren como el resultado de una serie no-interrumpida de enfrentamientos políticos; sin lo cual, por cierto, es imposible comprender las «relaciones saber-poder» que han hecho posible el «predominio cultural» de uno o varios grupos en la actual configuración cultural de las sociedades contemporáneas o el predominio que puede llegar a tener el «punto de vista», la subjetividad, de algunos cuantos individuos.