En busca de un lenguaje común
Texto para la presentación del libro El problema del lenguaje en la bibliotecología / ciencia de la información / documentación. Un acercamiento filosófico-teórico,coordinado por el Dr. Miguel Ángel Rendón Rojas, que se llevó a cabo en el XXIV Encuentro de Profesores y Estudiantes del Colegio de Bibliotecología, celebrado del 13 de septiembre de 2014 en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.
I
Buenos días, primero que nada quiero agradecer a los organizadores de este XXIV Encuentro de Profesores y Estudiantes del Colegio de Bibliotecología la invitación a participar en la presentación del libro El problema del lenguaje en la bibliotecología / ciencia de la información / documentación. Un acercamiento filosófico-teórico,coordinado por el Dr. Miguel Ángel Rendón Rojas y publicado en la Colección “Epistemología de la Bibliotecología y Estudios de la Información” del Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas y de la Información (iibi) de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam), como resultado del proyecto de investigación PAPIIT 401311: “Un análisis teórico-epistemológico de la bibliotecología y estudios de la información. Unidad de la diversidad: Bibliotecología, Documentación y Ciencia de la Información”, el cual ha contado con el apoyo del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (dgapa) de la UNAM, bajo la responsabilidad académica del Dr. Rendón Rojas.
II
Primero que nada me gustaría hablarles de la importancia de la publicación de este libro desde la perspectiva de su marco institucional, ya que un primer dato significativo de la publicación del volumen es que se trata del producto de un trabajo de investigación universitaria mediante el cual se ha estado estableciendo y consolidando un grupo internacional de académicos y una línea de investigación en la UNAM, en colaboración interinstitucional con otras universidades y centros de investigación, nacionales y extranjeras, con el fin de estimular la realización de muchas otras investigaciones en el ámbito universitario. Este libro cumple perfectamente las tareas de difusión y vinculación del grupo de investigadores que le ha dado cuerpo y contenido.
Por otro lado, el apoyo institucional de la universidad para la realización de las actividades académicas y las distintas metas propuestas en un proyecto de esta naturaleza garantiza –como el mismo libro lo testimonia– el impacto en los diferentes ámbitos de trabajo docente ya existentes en el área de conocimiento, como los diferentes programas educativos de Licenciatura y Posgrado, así como los diversos proyectos universitarios extracurriculares y de extensión universitaria que tienen lugar constantemente en la universidad y fuera de ella. Este libro también es, no tengo duda de ello, un excelente material para mejorar la enseñanza de la bibliotecología, las ciencias de la información, las ciencias de la documentación y la archivística, en sus distintos niveles, ya que por el diseño de su contenido está destinado a ser un libro de referencia obligado para el desarrollo de sus diversas disciplinas y materias.
Finalmente, el libro da cuenta de los distintos esfuerzos universitarios que deben conjugarse para darle realidad a la construcción de un espacio institucional en el que ha de cumplirse la formación de nuevas generaciones de jóvenes investigadores y profesores, en quienes descansa ahora mismo la responsabilidad de darle continuidad a los trabajos de investigación.
El libro está publicado y entregado a nuestra comunidad universitaria para que sus lectores decidan su mejor uso y definan la continuidad de sus contenidos. Pero además este libro está disponible en línea en su versión electrónica, con acceso completamente libre (gratuito), dejando abiertas las posibilidades de su recepción en todo el mundo y entre los más diversos lectores.
La valoración del volumen desde esta perspectiva, pues, no puede sino ser una completamente favorable, entusiasta y solidaria con el espíritu universitario que la ha impulsado desde su génesis. Se trata de un libro que traza y encamina perfectamente sus funciones teóricas, metodológicas y académicas.
III
Una vez dicho lo anterior, deseo hablarles entonces del diseño y conformación del libro, para abrir un pequeño espacio de reflexión en torno a sus objetivos teórico-metodológicos y sobre los modos en que estos se cumplen.
El primer texto del volumen es un artículo escrito en portugués, titulado “Filosofia da linguagem e Ciência da Informação na América Latina: apontamentos sobre pragmática e linguagem ordinária (Filosofía del lenguaje y Ciencia de la Información en América Latina: apuntes sobre pragmática y lenguaje cotidiano)”, de Gustavo Silva Saldanha, investigador del Instituto Brasileño de Información en Ciencia y Tecnología (IBICT) y profesor de la Universidad Federal del Estado de Río de Janeiro (UNIRIO), y Luciana de Souza Gracioso, profesora de la Universidad Federal de San Carlos (UFSCAR). El siguiente artículo del volumen, titulado “Principales denominaciones que se utilizan para nombrar los conceptos de la bibliotecología / documentación / ciencia de la Información”, escrito por Agustín Gutiérrez Chiñas, académico de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. El tercero es un artículo de Silvana Elisa Cruz Domínguez, académica de la Universidad Autónoma del Estado de México, titulado “La archivística: entre palabras, vocablos y términos”. Finalmente, el volumen lo cierra un artículo de Andrea Capaccioni, de la Universidad de Perugia, Italia, el cual lleva por título “La bibliografia: materiali per un esame comparato dei termini fondamentali (La bibliografía: materiales para un examen comparado de términos fundamentales).
Ahora bien, el volumen lo integran cuatro artículos que atienden perfectamente los intereses problemáticos de tres áreas perfectamente diferenciadas entre sí (la bibliotecología, las ciencias de la información y la documentación) y un texto con las reflexiones finales del propio Miguel Ángel Rendón Rojas, coordinador del libro, el cual, junto con el texto de introducción (también de su autoría), cumple perfectamente con la función de presentarnos la compilación del volumen y la naturaleza de teórica y metodológica de su contenido. Pero esto lo logra no sólo al describirnos el marco teórico en el que los textos de este volumen cobran su relevancia, actualidad y significado, sino sobre todo porque nos describe con toda claridad el panorama abierto por la obra en su conjunto, así como el modo en que han de moverse sus contenidos teóricos y metodológicas hacia los diversos horizontes de un trabajo académico que desea explícitamente contribuir en la construcción de una comunidad.
Y es que éste es quizá el objetivo más importante del libro que hoy presentamos y del proyecto que le ha dado diseño y realidad, ya que sus autores pretenden, ante todo, encontrar la comunidad de quienes trabajan, por vocación y necesidad material, de un modo diverso. La hipótesis que comparten nuestros seis autores es muy simple en realidad: dado que hay una gran diversidad de modos de hacer y modos de pensar entre los miembros de una comunidad sapiencial que, pese a las diferencias, se asume como tal, vale la pena postular al lenguaje como un espacio común para trabajar en la comprensión de las diferencias y en la posible integración científica de los distintos saberes, disciplinas, tecnologías y métodos involucrados. Y es así como este libro ha quedado conformado, de un modo muy natural, en el esfuerzo estratégico de un grupo para tratar de construir lo común de lo diverso, a partir del análisis y reflexión de la naturaleza lingüística de los distintos quehaceres intelectuales que se verifican cotidianamente en el ámbito de la bibliotecología, las ciencias de la información y la documentación.
IV
¿Cuáles son las ventajas de trabajar a partir de una hipótesis como ésta? En primer lugar, hay que mencionar la profundidad del diagnóstico crítico, es decir, la pertinencia del horizonte problemático que se trata de enfrentar: el lenguaje como fuente de un relativismo epistémico y cultural. Hay una total claridad, por parte de este grupo de investigadores, acerca de que las diferencias en el quehacer cotidiano de sus disciplinas teóricas radica en el uso de un léxico bastante diverso. Pero esto no sólo lo entienden como una dificultad de unidad terminológica, de uso de un vocabulario común, sino que van más allá y tratan de entenderlo como un reto de integración de diferentes paradigmas teórico-conceptuales, desde los cuales se intenta dar atención a distintos intereses de conocimiento y a diferentes formas de producir conocimiento. La dificultad consiste, en efecto, en no poder establecer un lenguaje común, pero el reto de esto radica, precisamente, en reconocer la necesidad de este relativismo lingüístico, poniéndolo en la perspectiva de un relativismo cultural y un relativismo epistémico que no resulta conveniente ignorar ni suprimir. Y con esto operan su propio giro lingüístico. El horizonte problemático que se abre, de este modo, es el de una gran diversidad terminológica que intenta satisfacer una gran diversidad de intereses y necesidades.
En segundo lugar, gracias a lo anterior, inician un proceso de valoración metodológica de la diversidad terminológica en el campo de la Bibliotecología, las Ciencias de la Información y la Documentación, para lograr comprenderla en términos de un enorme acervo teórico que puede ser revisado hermenéutica y dialécticamente para determinar su pertinencia o impertinencia. Con lo que se colocan efectivamente en el marco de dos horizontes de trabajo realmente provechosos. Por un lado, el horizonte en que es posible considerar la diversidad terminológica como un acervo de recursos o herramientas conceptuales, cuyo uso se constituye, por sí mismo, en un nuevo objeto de investigación –o una nueva orientación de investigación– que puede dar cuenta de la historia de los saberes y de las prácticas que los constituyen, de las técnicas y de las tecnologías que los hacen posibles, de los marcos teóricos y metodológicos a los que responden en su búsqueda de una unidad científica. Por otro lado, el horizonte en que es posible considerar la diversidad de herramientas conceptuales, sobre todo desde una comprensión crítica de su historicidad, como recursos teóricos susceptibles de ser evaluados en relación directa con su efectividad en el mundo e irreversiblemente ligados a sus referentes materiales, concretos, objetivos. Y esto obliga a tomar en consideración –como criterio irrenunciable– su utilidad o perjuicio para la vida.
Finalmente, en tercer lugar, frente al diagnóstico crítico que muestra la diversidad terminológica como principal dificultad para la integración de una comunidad sapiencial, ensayan dos posibles soluciones: 1) tratar de identificar el léxico básico en el ámbito de la Bibliotecología, las Ciencias de la Información y las Ciencias de la Documentación, para fijar un lenguaje común y los criterios de integración de una auténtica comunidad científica; y 2) tratar de identificar en la misma diversidad terminológica las herramientas conceptuales que se hayan claramente perfiladas para conducir los proyectos de vanguardia y de auténtica innovación científica en estos campos de investigación. Lo que constituye un atractivo cambio de enfoque, pues hace evidente que no sólo hay una gran diversidad de herramientas conceptuales detrás de la diversidad terminológica de estas disciplinas, debido a la diversidad de intereses y necesidades que tratan de satisfacer, sino que también hay, justo en la articulación estratégica de todas esas formas de diversidad, un constante flujo de innovaciones en lo que se refiere a nuestro modo de pensar estos saberes y sus conceptos fundamentales, así como su pertinencia o impertinencia, o su eficiencia o franca inutilidad.
V
Para concluir esta invitación a la lectura del libro, me interesa comentar algo sobre el valor de este volumen digital como un objeto de acceso libre en internet, ya que, sin duda, este tipo de recursos están cambiando de fondo nuestra cultura universitaria, tanto en términos del desarrollo de una nueva cultura de estudio, como en términos de nuevas culturas de trabajo docente y de investigación.
Ciudad de México, 13 de septiembre de 2014.