Anarquismo hedonista: una primera aproximación

La simple idea de una fisiología del cuerpo político sugiere –incluso reclama– la posibilidad de un “anarquismo hedonista”. Pero sobre todo exige analizar el problema de la constitución del cuerpo político, no desde la perspectiva de una visión idealista que haga de la idea de “cuerpo político” una simple metáfora, sino desde una postura materialista que realmente nos aferre al análisis de lo político desde la corporalidad y sus  mecanismos orgánicos, metabólicos y nerviosos. Es inquietante –como sugiere Onfray– la invitación a pensar en la constitución del cuerpo político desde la perspectiva de su funcionamiento fisiológico; particularmente si con ello hacemos posible el análisis económico y político de la efectividad de nuestros gastos energéticos. Quizá de este modo los problemas relacionados con la dinámica política de las sociedades contemporáneas dejarán de ser un mero asunto de especulación pura o de análisis estadístico, para convertirse en auténticos ensayos de habitación creativa de nuestra corporalidad. Cuando menos, el puro planteamiento sugiere un desplazamiento de nuestra atención, de la cuestión del gobierno del cuerpo político o su administración a la cuestión de su alimentación, su auto-regulación o, desde un enfoque más preocupado por su vitalidad orgánica, por la construcción de sus experiencias de placer y resistencia política: el horizonte más adecuado para el desarrollo de una erótica estética del cuerpo político.

—Rafael Ángel Gómez Choreño—

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