La construcción de la ciudad es un acto creador, es decir, poético, del que usualmente no somos conscientes debido a que las preocupaciones cotidianas, el tiempo que pasa velozmente ante nuestros ojos, los condicionamientos económico políticos o simplemente la rigidez de la rutina y la costumbre nos impiden tomar una consciencia plena de nuestras posibilidades creativas. Infestados de discursos demagógicos y ardides publicitarios, los ciudadanos muchas veces caminamos por las calles, como si estas fueran un escenario petrificado o construido de una vez y para siempre. Sumergidos en el automatismo y obnubilados por la enajenación, raras veces nos percatamos de la fragilidad de nuestros ensueños de asfalto.
La ciudad no se compone únicamente de sus edificios ni de sus espacios públicos, sino de la interacción permanente entre seres humanos; la ciudad no sólo es el escenario de una serie de representaciones, sino el conjunto de relaciones humanas que le otorgan sentido a un modo de ser específico. La ciudad se nos aparece entonces como si fuera un océano de historias que se entrecruzan, como un no-lugar en donde cada mañana se abre un número infinito de posibilidades, que la realidad se encarga de cerrar afanosamente con el transcurso de la jornada.
Es evidente que los seres humanos vivimos en sociedad para satisfacer las necesidades que hacen posible la reproducción de la vida, sin embargo, la historia nos ha enseñado que la vida humana no se limita a cubrir esas necesidades primarias, sino que el trabajo adquiere su pleno sentido vital cuando contribuye verdaderamente al desarrollo y fortalecimiento de diversas facultades humanas como la sensibilidad, la imaginación, la fantasía y el razonamiento, pero sobre todo cuando se orienta a la solución de problemáticas comunes
Éste es un programa de investigación coordinado por Osiris Sinuhé González Romero, el cual está adscrito al área de Estudios Teóricos y Metodológicos del Centro de Estudios Genealógicos para la Investigación de la Cultura en México y América Latina, A. C., con número de registro ETM008, el cual cobró forma institucional a partir de agosto de 2013, para organizar un conjunto de proyectos individuales y colectivos que confluyen en una misma intención: pensar la ciudad como «espacio poético».