Sobre los cholos-mostros: reflexiones iniciales.

Llevo un rato bastante largo pensando qué pasa dentro de las pandillas de cholos. Ahora siento que ese asunto poco a poco se está clarificando. Sin embargo, tengo una tremenda trabazón a la hora de pensar lo que sucede afuera de las clikas. Sí, la tripa me gana y muchas veces me limito a decir: «pinches culeros, nos ven feo porque ni saben lo que somos», pero el problema va más lejos (y mis respuestas también). Después de unas recomendaciones hechas por mi amigo Samuel (huevos, Sam), me quedé pensando en algo que nunca había pensado con detenimiento (ejem… mejor dicho, nunca lo había pensado como filósofo): ¿QUÉ PASA CUANDO ALGUIEN QUE NO ES CHOLO MIRA A UN CHOLO? Fácil: se caga de miedo. ¿Por qué? De nuevo, fácil: porque afuera del mundo de la pandilla de cholos, hay un mundo que no tiene la más mínima idea de lo que pasa adentro, es decir: los cholos, cuando están fuera de su hábitat natural (jajaja), son terribles mostros producto del sinsentido de la ciudad, son hijos del desamparo que trae consigo el proyecto civilizatorio de las grandes urbes.

      Sí, mi querido Genaro, eso suena muy profundo y filosófico, pero, ¿QUÉ QUIERE DECIR? Bueno, la cosa no es tan complicada: la gente no tiene idea de lo que es un cholo; tienen una idea vaga de cómo se ve, se imaginan lo que puede hacer, lo vuelven un fantasma, pero no hay una idea concreta de lo que es, no tienen una idea clara del sabor y el olor del cholo. Esto quiere decir que la gente tiene reportes lingüisticos muy sofisticados por medio de los cuales cree saber qué es un cholo, sin embargo, sólo tienen nociones caricaturizadas, aquellas nociones que han invadido la cotidianidad a través de la tv o el cine (al final del post les dejo varios vídeos donde pueden ver a lo que me refiero). Es gracioso ver los ejemplos, da mucha risa el desconocimiento de lo que un cholo es, sin embargo, ¿Qué pasa cuando uno no sabe cómo son las cosas? Lo más común es que se les tema, que se les tenga miedo (hasta me atrevería a decir que el miedo es una reacción natural ante lo que no se conoce). ¿Y qué pasa cuando se le tiene miedo a lo desconocido? Si uno es cobarde, correrá a esconderse bajo la mesa; si uno es valiente, tomará el azadón y peleará contra las sombras que emergen de la oscuridad. En ambos casos, lo desconocido tendrá que ser convertido en un mostro para que pueda cobrar realidad en la cabeza asustada. La idea es que a lo desconocido y temible se le otorgue un rostro (aunque sea una caricatura) para poder tenerlo bien detectado. Así es como se crean los mostros: se les vuelve presencias fantasmales, se les dota de propiedades que en realidad no tienen, se exageran sus cualidades y sus debilidades. Ese mostro que es un enemigo sin un rostro definido (pero parece que ya tiene forma) en realidad es un chivo expiatorio: es el sujeto en donde se depositan los miedos, las iras, los rencores; de ahí que la gama de mostros sea tan variada, tan variada que cada persona le da diferente realidad al mostro dentro de su cabeza: para algunos, el cholo puede ser un pulpo devora edificios, para otro puede ser un narcotraficante, para otro puede ser godzilla con pantalones planchados, sin embargo, todos comparten una idea: el monstruo aterroriza. Aterroriza en gran medida por aquellos reportes que cierto tipo de publicidad difunde (¿¿LA OPINIÓN PUBLICA??  help, Choreño) y por la manipulación que la imaginación ejerce sobre esos reportes. ¿Cómo se da que esa imaginación manipula? Simple: en la oscuridad de la noche, las ramas que crujen por el viento se transforman en árboles vivientes que desean comer cerebros. Pero cuando la luz logra alumbrar al mostro, es muy sencillo darse cuenta que sólo eran ramas viejas. Esa manipulación existe gracias a que algunos hombrecillos sutiles difunden relatos sobre cómo es el cholo, sin siquiera haberlo visto en profundidad. Sí, esos hombres sutiles hacen del cholo un mostro a causa de que lo desconocen y gracias a que lo desconocen, le temen, y porque le temen, lo marcan. Es marcado porque esos pinches cholos se ven como todos unos culeros, se ven agresivos, se ven pegalones, se ven gachos con los tatuajes y las camisas de cuadritos. El estigma presume un origen: esos pinchis cholos son unos marginados porque viven en lugares bien jodidos y no les interesa nada más que partirse la madre; peeeero la cosa es menos trivial: esos cholos son así, porque están hasta la madre del mundo hostil, básicamente son una bola de marginados sociales que están hasta la verga de las condiciones de vida que les tocó vivir, y por ello no se miden y son pasaditos de verga. Claro, hay una diferencia significativa entre lo que es y lo que la fantasmagoría dice que es, no obstante, los hombres sutiles aprovechan la situación para marcar, apodar, para tratar al mostro como si fuera un mono enjaulado.

     Antes de ser monos en la jaula, los cholos sólo eran sujetos que daban miedo porque eran desconocidos, ahora son sujetos que dan miedo porque todos conocen sus andanzas. El miedo ya no es a lo que no se conoce, ahora es el miedo a lo que se cree conocer. El estigma, la difusión de imágenes erroneas, los reportes lingüisticos tipo teléfono descompuesto y el deseo de desconocimiento, hacen que el cholo ya no dé un miedo simple: ahora genera un miedo de muerte. Los hombres sutiles han dicho que los cholos matan y roban, por eso la gente no se les acerca, por eso la gente les tiene miedo. En general, la gente se caga, se asusta de maneras increíbles. Y ahí entra el carnalismo: los cholos deciden mostrarle a los no-cholos que no son tan mierdosos como dice el estigma, que no son tan ladrones y asesinos, que no son tan monstruosos (sí, deciden decirle a algunos sujetos que no son el viejo del costal). Algunos sujetos que se enteran de eso, se dan cuenta que el cholo no es el godzilla con pantalón planchado, y empiezan a mirarlo tal y como es: como random people.

Ahhhhhh, y de todo esto, ¿qué vale la pena? Vale la pena darse cuenta de que no hay que temerle a lo que no se conoce, porque siempre hay riesgo de exterminar lo que nos da miedo. Es importante darse cuenta que los mostros creados por algunos sujetos no son otra cosa que balbuceos malintencionados.

Es importante que siga dándole vueltas al asunto. Seguiré informando.

Ahora sí: ¡ESTÚPIDAS CHOLERÍAS TELEVISIVAS! Dense grasa:

1.- http://www.youtube.com/watch?v=E6bmMndjj9U#t=0m37s
2.- http://www.youtube.com/watch?v=-7T08sItMpI
3.- http://www.youtube.com/watch?v=gyBAu_JDy-4#t=07m27s
4.- http://www.youtube.com/watch?v=-GFcmEndmmk#t=10m05s