“Marx consideraba que la sociedad que ha de surgir como negación del capitalismo no ha de ser únicamente una negación del orden económico capitalista, sino también una negación de la relación existente entre las diferentes «esferas» características de la sociedad de clases; no solamente ha de abolirse la primacía de la esfera económica, sino también la atomización del hombre en esferas extrañas entre sí.”
-Gajó Petrovic, Filozofija i Marksizam
Hasta ahora las dos anteriores entradas dejan en suspenso algunos puntos nodales de la discusión en torno al socialismo, no es que la ignore más bien que quiero «rodearlas» y ya que no tengan aparente salida, darles el tiro de gracia. No sé cuanto me tarde esto, pero algún momento en la vida lo haré.
Los puntos que saltan a la vista en las dos entradas anteriores son;
1) Las notas definitorias para la emergencia del «hombre nuevo»
2) El papel reaccionario de la conciencia cosificada en el capitalismo, como impedimento de una construcción eficiente de una alternativa. El Estado y su funcionalidad ideológica
Ahora buscaré mencionar algo en torno al papel de la praxis como detonador de una nueva conciencia, crítica y poderosa que pueda hacerle frente a una realidad tan complejizada.
La Praxis, entendida como la dialéctica de la acción revolucionaria, ha sido desde la Tesis XI sobre Feuerbach todo un problema necesario de ser abordado (y que esta responsabilidad recayó sobre todo en el marxismo critico, el cual considera ingenuo asumir por praxis el papel apostólico que suele adjudicarse a sí mismo el Partido del marxismo militante) sobre todo porque nos plantea la posibilidad de una metodología de la Revolución constante en un sistema que nos exige una resistencia multifacética. Pareciera innecesario teniendo a personalidades como Adolfo Sánchez Vázquez, Gramsci o el Grupo Yugoslavo, el escribir sobre la praxis y presentar alternativas sobre está, pero no lo es tanto cuando la finalidad es la de reinsertar estas discusiones teórico – políticas en un ambiente que las exige.
No se puede escribir sobre un socialismo vivencial sin adquirir los compromisos mínimos necesarios, y estos apuntes apelan a los sucesos concretos de un sistema capitalista en época de las postideologías. Si tiene algún sentido optar por la teoría en un tiempo que parece mejor la búsqueda de salidas eficientes, es porque en ella está el germen desiderativo que nos permitirá la segunda siempre en el amparo de una Utopía, entendida como la posibilidad enmancipatoria.
¿Qué se busca rescatar de la Praxis en la dinámica capitalista contemporánea? En primer momento su valor como necesidad histórica, y que este valor debe apelar a un estricto conocimiento de lo escrito de ella para poder construir desde ella. Si se prescinde de la dinámica pensar-hacer-pensar-pensar-hacer, inevitablemente todo sueño de transformación terminara fracasando