Al final un clavo no saca a otro clavo.
No hay héroes que salven damiselas en la caída
Ni heroínas con superpoderes en su sonrisa.
Dudo del roto y del descocido
Cómo se duda del séquito de los milagros,
De las buenas costumbres, de las mentiras azucaradas
Considero firmemente que el camino del olvido se anda solo,
Que se llora y se ama en silencio sepulcral,
Se fuma del resabio de la confusión,
Se cierran los portales del don Divino,
Y profana hasta el corazón del poeta vulgar
Considero que el Burdel no es el problema, sino el pecado
Considero que se olvida el pecado si decides regresar
La puerta queda abierta, pero debes descalzarte a la entrada,
Desabotonar el saco, mirar un poco hacia abajo
Confieso que le temo al jamás,
A la hoguera mutua que no hicimos compartida
Resuelvo en lo necesario del punto final… ahora que aun sobra tinta,
Ahora que el texto es conciso,
ahora que todavía me sobra nefasta valentía
Para gritar en tu gracia; “Gracias. Fue un placer. Hasta verte nunca más. Que te vaya bien!”