Me envenenaste en alma con tus besos…

Me envenenaste el alma con tus besos,

Con tus manos infringiste caricias malditas,

De tus ojos me quedo con la luz que transmitían

Mientras que  de las promesas hago un inventario de mentiras

 

No dejo de quererte,

de suspirar con melodía,

de boicotearme en la caída

No dejo de recordar con presteza,

Lo que debo olvidar sin antelación

 

Exiliado de la patria que me dio tu cuerpo

Hundido en una confusión

Aun peor que la del general francés que asedia Moscú,

Decidido a quemar dentro mío a la Catedral de un amor que se decía infinito

 

Habrás de sentir mi olvido,

Cuando tu piano sienta el frio de Otoño,

Cuando las cortinas dejen de bailar, y tú y yo seamos sólo dos…

Sólo dos, separados. En su respectivo camino

Sentirás mi olvido  cuando en aquella avenida

No haya quien combata tu frío con caricias,

Cuando no haya a quien despedir. A quien besar,en noches,

que anhelan un asalto furibundo de súplica y perdón

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