II: Las maquiladoras como objeto de estudio de una crítica de la economía política, el caso textil

Continuemos. La industria maquiladora en México suele dividirse canónicamente en cinco grandes complejos;

  • El Complejo automotriz: Dicho sector se divide a su vez en una serie de etapas interconectadas unas con otras; la primera se dedica específicamente a la producción de las partes automotrices (llantas, motores, acumuladores, suspensiones etc.), este nivel se caracteriza por una inversión en su gran mayoría de capital extranjero, destacándose empresas como Chrylser, Ford, General Motors, Nissan y Volskwagen, Honda, BMW y Kenworth Mexicana, que a su vez mantiene asociaciones con una empresas de menor tamaño. La segunda etapa, la que está en el imaginario popular de lo qué es la maquiladora automotriz, se dedica al ensamble de las autopartes de la primer etapa. El proceso de ensamblaje representa, además, la vanguardia tecnológica y productiva de casi todas la industria   maquiladora nacional
  • El Complejo de la construcción: Refiere a la construcción de infraestructura y de la cual depende, en gran medida, el desarrollo nacional en diferentes sectores de la economía. Se subdivide a la vez en tres etapas; producción primaria, transformación y construcción. La etapa I está orientada a la obtención de materias primas, vinculadas o bien con los aserraderos, o bien con la extracción directa de las minas. La etapa II se compone de la fabricación de los medios de trabajo para la contsruccion (ladrillos, cemento, pinturas barnices, etc) Por último, la tercer etapa se aboca a la construcción de las obras de industrialización ya propiamente dichas
  • El complejo metal – mecánico: En él se encuentran las actividades productivas de la extracción de minerales, su procesamiento así como sus usos como materias primas o auxiliares: la siderúrgica y la metalúrgica
  • El Complejo químico – petroquímico: En tanto su valor de producción es es el más grande en México. Aglutina una gran diversidad de actividades productivas, desde la extracción de petróleo hasta la producción en serie de diversos productos de plástico.
  • El Complejo textil : Por último, el complejo textil se subdivide a su vez en tres etapas; la primera es la de fabricación de fibras blandas, compuesta por actividades agrícolas para la extracción de materia prima y la fabricación de fibras bioquímicas; la segunda etapa corresponde al hilado y tejido, En este sector industrial se compra lo producido en la etapa I, recibe su primer procesamiento y  es vendida a las esferas encargadas de producción de bienes para el consumo final; la última etapa es la de la confección (la propiamente industrial y paradigmática del complejo), la cual se subdivide en producción de la confección de ropa (prendas de vestir), los que emplean la industria  de textiles de uso domestico (textiles para hogar) y los tapices y recubrimientos utilizados por las industrias automotriz y mueblera, principalmente (textiles para uso industrial)

Ahora bien, para los siguientes estudios  la lupa estará puesta en el complejo textil, en la etapa de confección. Aun cuando pudiera parece que hay complejos industriales con una mayor cantidad de información científica o tecnológica, es el complejo textil donde es posible encontrar los limites funcionales del modo de producción capitalista contemporáneo. Es el maquila textil donde se puede estudiar las anomalías necesarias; los procesos disciplinarios, cosificatorios y de extracción desmedida de plusvalor que son invisibilizados en cualquier otro sector.

Una crítica de la economía política desde un sector de la subcontratación abre la posibilidad de atender críticamente la estructura del sector II de la economía en los países del llamado tercer mundo. En la maquiladora textil está la clave para entender: a) la funcionalidad de las relaciones de producción desde una totalidad concreta; b) las incidencias de un modo especifico de producir en el capitalismo en los sucesos de una formación social; y finalmente c) las  condiciones de emergencia y la estructura de los discursos que legitiman esas estructuras en el modo de producción capitalista. También tres incisos mencionados implican; a’) los procesos disciplinarios y las relaciones de producción a través de las diversas tecnologías de poder, b’) la re – configuración de los espacios que hacen los sujetos de la manos con los objetos con los que se relacionan para producir y consumir. Así como las formas en las que alteran la vida cotidiana, y por último c’)  el papel del consumo, la propaganda del discurso de dominación imperante y las economías que los rigen desde lógicas de lo efímero.

– Ikarus Dagarov

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Maquiladoras; estadística, abreviaciones y pensamiento crítico

El pensamiento es un gran don y una aparente obviedad, pero también es doloroso, difícil, nada obvio, Por eso se lo remplaza con frecuencia por un sustituto que es el cálculo

– Karel Kósik, Reflexiones antediluvianas

Mucha tinta se ha gastado en la exposición del surgimiento y pervivencia de la maquila, primero en el norte del país y después su extensión  masiva por el territorio nacional y centroamericano. En México, el fin del Programa Bracero (bracero Agreement) exigía una propuesta de alternativas laboral para toda la masa de fuerza de trabajo que quedó en la deriva y la desocupación. La firma del “Programa de Industrialización de la Frontera (Resultado de imagen para maquiladoras textilesPIF)” en mayo de 1965 generó el asentamiento del primer bloque de productoras en toda la franja de la zona fronteriza del norte del país. Durante el período de 1960 a 1980 la maquila vio un despegue productivo acompañado del cobijo del Estado, no fue hasta 1988, con el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, que el gobierno reconfiguró la relación con las productoras lo que se vio reflejado en la entrada en vigor del TLC. Finalmente es hasta 1998, casi cuatro décadas después de la primera concesión, que el Estado mexicano brinda un aparato jurídico específico: el Decreto para el fomento y operación de la industria maquiladora de exportación. Desde ese tiempo hasta ahora su expansión (como empresas legales, así como no – legales) ha sido imparable. Hasta febrero de 2016, el sector maquilador, experimentó una expansión anual del 4.97% de personal total ocupado, lo significó un número de 16, 211 empleados (un incremento del 0.68% en relación con Enero del 2016 para un total de 2, 7373, 205 empleados)[1]. Tan sólo en el segundo periodo del 20116 (el correspondiente a Febrero), un total de $ 481 481 088, para el cuarto periodo del año la cantidad incremento a $ 486 666 253, sin contar las unidades productivas clandestinas cuyos resultados son inaprensibles para los medios  estadísticos oficiales.

    Pareciera que cuando se presentan ante nosotros fenómenos productivos de alto impacto, como lo son en México la industrias de subcontratación maquiladora en sus diversos ramos (textil, automotriz, petro – química, de la construcción, etc.), la posibilidad de aprehenderlos en su totalidad se cancela casi de inmediato. La división de saberes que inaugura la Modernidad es la condición de posibilidad para la hegemonía de la razón y la ciencia, pero también es la limitante estructural de la Ilustración convertida en modo de producción: la Modernidad capitalista, a través de la atomización progresiva ha logrado la eficiencia parcial a costa de una comprensión funcional.

    Ante tal problema, se han supuesto la hegemonía del pensamiento económico. A su vez, la Economía subordina a las más diversas disciplinas para su auxilio: la Historia, la estadística, el Derecho, la Sociología o la Ciencia Política, cuyo objetivo es darle una mayor comprensión global al problema. De entre todas ellas, el pensamiento filosófico es el más relegado. No se suele pensar que la Filosofía pueda decir algo útil del mundo real.
Pero la ausencia de un pensamiento crítico fundamentado en la línea filosófica lo único que hace perceptible es su necesidad; sólo desde un enfoque filosófico (materialista) las abstracciones y materialidades pueden ser ubicadas desde su funcionalidad en la totalidad social concreta. Un saber económico puede mostrarnos números, pero los números son en realidad vidas humanas. Subjetividades complejas abstraídas en un símbolo; un saber jurídico puede darnos cuenta de las condiciones legales entre contratado y contratante, aunque éstas son también relaciones asimétricas de poder y de capacidades de producción; un saber sociológico puede enterarnos de  los diversos grupos sociales que interactúan, pero dichos grupos son relaciones sociales de producción en movimiento constante dentro de un contexto histórico material.

En suma, un nuevo enfoque lo que permite es preguntarnos: ¿cuáles son las consecuencias productivas de un capitalismo con un “firme” aparto legal y una fluidez arancelaria?,  ¿qué cambios ocurren en los procesos de producción y en los relatos qué los juzgan o lo legitiman? ¿Cómo se generan las disciplinas que no sólo se quedan en las unidades de producción? ¿Cómo se presenta el fenómeno cosificatorio a escala social?  Y por último ¿qué y de qué modos se ha fragmentado al cuerpo y cómo progresivamente se generó una sofisticación de las tecnologías disciplinarias?

    Ante el soterramiento de la filosofía, y en especial de la dialéctica materialista, su poder teórico se juega en regresar a la materialidad que configura la inmediatez de la conciencia. En la capacidad ensimismarse de mundo y no de pensamiento se juega la supervivencia de un pensamiento crítico.  Entre el dilema ocioso de retomar o no cierta tradición, la respuesta está en la acción de la teoría: retomar un aparato conceptual como caja de herramientas para entender la concreción social y sus múltiples manifestaciones fácticas como imaginarias.

– Ikarus Dagarov

[1] Cfr. REPORTE ECONÓMICO DE INDUSTRIA MANUFACTURERA DE EXPORTACIÓN Análisis Económico Banco BASE, Mayo 2016 en http://www.index.org.mx/adm/files/reporte.pdf