Al final un clavo no saca otro clavo…

Al final un clavo no saca a otro clavo.

No hay héroes que salven damiselas en la caída

Ni heroínas con superpoderes en su sonrisa.

Dudo del roto y del descocido

Cómo se duda del séquito de los milagros,

De las buenas costumbres, de las mentiras azucaradas

 

Considero firmemente que el camino del olvido se anda solo,

Que se llora y se ama en silencio sepulcral,

Se fuma del resabio de la confusión,

Se cierran los portales del don Divino,

Y profana hasta el corazón del poeta vulgar

 

Considero que el Burdel no es el problema, sino el pecado

Considero que se olvida el pecado si decides regresar

La puerta queda abierta, pero debes descalzarte a la entrada,

Desabotonar el saco, mirar un poco hacia abajo

 

Confieso que le temo al jamás,

A la hoguera mutua que no hicimos compartida

Resuelvo en lo necesario del punto final… ahora que aun sobra tinta,

Ahora que el texto es conciso,

ahora que todavía me sobra nefasta valentía

Para gritar en tu gracia; “Gracias. Fue un placer. Hasta verte nunca más. Que te vaya bien!”

Podría confesarte que te extraño…

Podría confesarte que te extraño,

Como podría oír el trino de los pájaros.

Y usualmente prendo la radio para desesperanzarme un rato

 

Podría decir te amo,

Tan espontaneo, tan común

Como cuando me fumo un tabaco por la tarde,

Cuando leo a Hikmet, o sonrió al recordarte

 

Podría confesarte que muero lentamente,

Como podría confesar tantas cosas,

¡Mis miedos, mis filias y mi locura!

 

Lo que quiero que entiendas,

Es que el amor, el acto de entregarse al otro,

Es algo tan común, tan propio

Como el tomar café

Y que no hay razón para temer a una despedida.

Todas pasan. Todas van. Todas se olvidan