Fríamente, inundando el pecho,
asciende como cuerpo resucitado:
brillando, mostrándose orgulloso
mientras se oculta aquí, detrás de este cuerpo.
Lee mis entrañas, adormece mis vértebras.
Me deja sentado, inútil, contemplando
como los ojos de un ahorcado
me abrasa las entrañas mientras caigo lentamente
apoyando la mano en la orilla de la cama.
Comienza la salida, los círculos de humo
que mi boca no ha aspirado en semanas
a s í q u e d a l a i n e r c i a
d e m e d i o c u e r p o ……………………………………………………………………………………………………………………………… v e d a d o ………………………………………. ………………………………………………………………. E n c e r r a d o
e n l o s p á r p a d o s l u n a r e s
como las ligeras cartografías de tu espalda negadas a mis ojos
¿cuándo dejaron su rastro en la sábana helada?
La ascensión llega a los labios provocando una sed seca, dejando lo amargo que trae
encontrarse a media luna, a media madrugada
lo oculto de la resurrección se esconde en el vaho de la ventana
queda aquí, con el nudo en el pecho,
la soga al cuello
antes de tirar la piedra al lago
levantarse así, con el peso muerto
para querer caer en el vado de la carretera
que dejó una silueta extinta
sin poder mirarse f r e n t e a l e s p e j o
teniendo que acurrucarse nuevamente
entre líneas negras
que escurren tras los ojos ahorcados.
E l t i e m p o e s u n a i n v e c i ó n m a l d i t a . . .